viernes, 13 de abril de 2012

Capturar la energía de las tormentas


Un nuevo campo abierto en el sector de la renovables. 


El planeta está lleno de energía y es responsabilidad del ser humano obtenerla de modo eficiente y de manera que no contamine. Ya no se pueden seguir usando las energías fósiles como si el cambio climático no existiera. No se pueden cerrar los ojos a la realidad. Sería una grave irresponsabilidad.

Mira a tu alrededor. Todo es energía. El problema es cómo convertirla en energía útil para el ser humano, en electricidad que se pueda usar en el momento, o bien, trasladarla hasta la red. Observa, por ejemplo, una tormenta. Truenos, rayos, centellas, sin duda, un evento que descarga mucha energía. Sólo hay que apresarla. Es lo que tratan de lograr científicos colombianos.

Los investigadores estudian atrapar la energía que producen las nubes de tormenta y usarla para cargar pequeños equipos electrónicos, como teléfonos móviles, baterías o cámaras de fotos. Sería un comienzo, el principio de un modo de obtener energía que, luego, se podría mejorar.

Ya existen varios estudios que tratan sobre las nuevas formas de producción a partir de fuentes de energía renovables y sostenibles. En este caso concreto, es un proyecto de la Universidad Nacional de Colombia (UN), que estudia la corriente que generan las nubes de tormenta para producir energía.

En Bogotá, en un día de tormenta, se capturan, de media, 15 microamperios de corriente. El objetivo del proyecto es poder utilizar esa energía para cargar pequeños aparatos eléctricos. Las nubes de tormenta almacenan una gran carga, que genera campos eléctricos, aunque a una gran distancia de la superficie terrestre y con una extensión de muchos kilómetros. Si un elemento metálico de forma puntiaguda (como un pararrayos) se encuentra en el radio de acción de este campo eléctrico, es capaz de amplificar su magnitud millones de veces. Se utilizan, para ello, electrodos tipo corona.

A partir de ahí, se pone en marcha lo que se conoce como efecto corona: se generan descargas eléctricas entre el gas ionizado y la punta del electrodo que, si se hacen circular por almacenes de energía, éstos podrían cargarse. Se esta forma, se obtendría energía de las tormentas.

Los ingenieros que trabajan en este proyecto pretenden utilizar esta energía en aparatos de baja demanda eléctrica, como teléfonos móviles o baterías, y complementar el sistema energético con sistemas tradicionales. Un nuevo campo abierto en el sector de la renovables.


Fuente:www.ecologiaverde.com

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