jueves, 14 de junio de 2012

Alcance de la aplicación de la innovación educativa.



En el ámbito industrial las innovaciones rápidamente se transforman en valor, bien sea mejorando la eficacia, prestando un nuevo servicio o generando un nuevo producto. Es fácil identificar un producto innovador y es habitual que esa innovación sea rápidamente asumida por el entorno y exportable a otros contextos.

Sin embargo en formación esto no ocurre. Es difícil identificar la innovación educativa hasta para el propio profesorado, lo que para algunas personas es innovación para otras ni tan siquiera es aplicable.

Evidentemente si en un determinado contexto (el formativo) resulta difícil identificar la innovación, será bastante difícil  aplicarla, transferirla, generar nuevos productos y mejorar la eficacia de los procesos formativos.

Si deseamos situar la innovación educativa a los mismos niveles que la innovación industrial tendremos que identificar todos los motivos por los que, en nuestro ámbito, la innovación no se basa en los mismos parámetros que en el ámbito industrial.

Uno de los motivos es el alcance de aplicación.


Una innovación industrial se hace utilizando como referencia un mercado, sector o necesidad real. Cuándo el profesorado realiza innovación educativa se hace utilizando como referencia, sus alumnos, su materia y su necesidad (y esto no siempre).

Una innovación industrial se hace utilizando como referencia los últimos conocimientos en la materia, las últimas tecnologías desarrolladas y las innovaciones de la competencia. Cuando el profesorado innova lo hace utilizando sus conocimientos en la materia, la tecnología que el conoce (o desconoce) y sin importarle lo más mínimo las innovaciones de la “competencia”.



¿Cuál es el resultado? La innovación industrial tiene impacto en un determinado sector de la sociedad, transformándose en un producto o servicio demandado por la sociedad. El resultado en la innovación educativa tiene impacto (algunas veces) en una determinada asignatura, con un determinado profesorado y con un conjunto concreto de alumnos.

Evidentemente la innovación industrial es fácilmente identificable, medible y exportable. En el contexto educativo, la innovación ni es identificable (para cada profesor significaría una cosa distinta), ni medible (para cada profesor se deberían utilizar variables distintas), ni exportable (por que se ha realizado para utilizarse en un contexto muy limitado: el profesor, sus alumnos y su asignatura).

Este hecho explica situaciones tan variadas como la dificultad para exportar la innovación de una asignatura a otra, traducir la innovación educativa en un producto o servicio de aplicación general en el mundo formativo y por qué la innovación educativa significa cosas distintas para cada uno de nosotros.



Fuente: http://innovacioneducativa.wordpress.com/2012/03/25/alcance-de-la-aplicacion-de-la-innovacion-educativa/

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