miércoles, 20 de junio de 2012

Nanomateriales: los peligros de lo muy pequeño


 La mayoría de los ciudadanos europeos (un 54 %)
ni siquiera sabe qué es la nanotecnología.
 


Según indica una nueva revisión bibliográfica de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), existen graves carencias en cuanto a nuestra sensibilización sobre los riesgos potenciales asociados a la manipulación de nanomateriales en el trabajo y también graves deficiencias en la manera en que dichos riesgos se comunican a los lugares de trabajo.

En nuestra vida cotidiana, nos topamos con la nanotecnología en numerosos productos y aplicaciones. Aunque se hayan demostrado peligros sanitarios y medioambientales en el caso de algunos nanomateriales artificiales (1), estos se emplean en alimentos, cosméticos, textiles, pinturas, artículos deportivos, productos electrónicos, detergentes y numerosos productos para la salud y el bienestar. Además, los nanomateriales están presentes en numerosos lugares de trabajo. En la actualidad, hay más de 1 000 bienes de consumo registrados, que producen más de 500 empresas en 30 países. En la UE, entre 300 000 y 400 000 puestos de trabajo tratan directamente con la nanotecnología, y los nanomateriales artificiales se utilizan en muchos más lugares de trabajo cuando se avanza a lo largo de la cadena de suministro; en el 75 % de los casos, se trata de empresas pequeñas y medianas.

La EU-OSHA ha descubierto en su revisión de la investigación actual sobre este particular que la notificación de los riesgos potenciales que plantean estos materiales sigue siendo escasa, y la mayoría de los ciudadanos europeos (un 54 %) ni siquiera sabe qué es la nanotecnología. Incluso en los lugares de trabajo en los que hay nanomateriales artificiales, el nivel de sensibilización es reducido. Así, el 75 % de los trabajadores y empresarios del sector de la construcción desconocen que trabajan con ellos.

Algunas iniciativas tratan de señalar los peligros de los nanomateriales artificiales y la manera en la que deben manipularse (si bien no siempre están destinadas al lugar de trabajo), como las que llevan a cabo los principales productores o algunos sindicatos, o bien los diálogos nacionales en el seno de algunos Estados miembros, y en todo el territorio Europeo mediante la hoja de ruta de la Comisión Europea.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer (preferiblemente, de forma conjunta por parte de los responsables políticos, los agentes sociales, los organismos nacionales especializados en el ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo, las agencias de salud pública, las asociaciones sectoriales, etc.), puesto que una notificación deficiente puede generar confusión y dar lugar a temores injustificados o a una subestimación de los riesgos, con el consiguiente nivel insuficiente de prevención y control de riesgos. Las estrategias de notificación de riesgos tienen que ayudar a los empresarios a tomar decisiones fundadas sobre sus lugares de trabajo y a aplicar las medidas preventivas adecuadas, y deben también ofrecer a los trabajadores individuales las armas necesarias para que controlen personalmente su propia situación con vistas a protegerse debidamente.

La EU-OSHA ha elaborado una base de datos en línea con ejemplos de buenas prácticas empresariales que ilustran la correcta gestión de los nanomateriales artificiales en el lugar de trabajo. El proyecto abarca ocho Estados miembros y distintos sectores como el textil, el de la construcción y el de las aplicaciones médicas. El trabajo futuro sobre el particular incluye una web e informaciones breves y prácticas sobre los instrumentos de gestión de riesgos para los nanomateriales y para la gestión del riesgo de los nanomateriales en los sectores del mantenimiento, la construcción y la asistencia sanitaria.


Fuente: https://osha.europa.eu/es/press/press-releases/risks_of_very_small

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